El pulpo a la gallega o pulpo a feira (polbo á feira en gallego) es uno de los platos más típicos y conocidos de la cocina y gastronomía gallega. Es un plato delicioso, con un sabor y textura excepcionales. De ahí su enorme popularidad y que se haya extendido su consumo por toda España.
No hay forastero que marche de Galicia sin haber tomado una tapa de pulpo a feira. Y tampoco existe en Galicia ninguna celebración, festejo o feria popular en la que no se sirva este delicioso plato.
Realmente no es complicado de preparar. Solamente debemos seguir unos sencillos pasos.
Ingredientes para 4-6 personas
- 1 pulpo entre 1 o 2 kilos
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimentón dulce o picante
El ingrediente básico y principal en esta receta es el pulpo. Podemos preparar el pulpo estando fresco pero no es lo más recomendable porque tendremos que mazarlo (golpearlo con una maza) para que su carne ablande. Es una operación que requiere tiempo y esfuerzo, y es probable que el resultado no sea óptimo.
Lo aconsejable siempre es comprar el pulpo fresco y congelarlo, al menos durante unos 3 o 4 días, antes de su preparación. Con esto conseguiremos romper las fibras que endurecen al pulpo.
Pediremos en la pescadería que nos limpien el pulpo,
El día anterior a la elaboración del plato, retiramos el pulpo del congelador y lo dejamos durante 1 día en el frigorífico para descongelarlo.
Vamos a cocer el pulpo.
Lo primero es lavar el pulpo con agua fría para limpiar posibles impurezas. Enjuagaremos bien el interior de la cabeza del pulpo y le daremos la vuelta para asegurarnos de que queda bien limpia.
A continuación cogemos una olla grande, añadimos suficiente agua para que cubra bien el pulpo y ponemos a cocer a un fuego alto. Cuando el agua alcance su punto de ebullición y comience a hervir, cogemos el pulpo por la cabeza y lo ‘asustamos’. Asustar al pulpo se le dice al proceso que consiste en sumergir y retirar el pulpo (los tentáculos) del agua de forma suave y breve, 3 veces seguidas. Hay que tener especial precaución para no quemarse.
Tras este proceso, dejamos el pulpo dentro de la olla y la tapamos manteniendo el mismo fuego fuerte. Cuando el agua esté hirviendo, contamos 25 minutos manteniendo el fuego alto.
Pasado este tiempo, añadimos la sal, apagamos el fuego y dejamos reposar el pulpo dentro de la olla tapada durante 30 minutos.
Transcurrida la media hora, escurrimos el agua de la olla y retiramos el pulpo a una bandeja.
El último paso será cortar el pulpo en rodajas con unas tijeras. Colocamos el pulpo sobre una tabla o plato de madera para que absorba el agua pero no el aceite. Rociamos con un buen chorrito de aceite de oliva virgen extra y espolvoreamos con pimentón dulce (o picante según el gusto).
En Galicia es muy frecuente servir el pulpo acompañado de varios palillos de madera en lugar de hacer uso del tenedor para servirse.
¡Hemos terminado! Ahora es momento de disfrutar de este delicioso plato de pulpo.
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