El bizcocho de chocolate y yogur está especialmente indicado para los desayunos o meriendas. Es un bizcocho esponjoso y muy fácil de hacer porque para medir los ingredientes no tendremos que hacer uso de una báscula o de un utensilio medidor, tan solo será necesario un vaso vacío de yogur.
Se puede utilizar un molde redondo, rectangular o cuadrado pero es perfecto el molde savarin o molde corona. Este molde es redondo y con un hueco en el interior. Su tubo central facilita que el bizcocho quede bien hecho por todas partes.
Ingredientes para 6-8 personas
- 3 huevos
- 1 yogur natural
- Harina (2 medidas de yogur)
- Cacao en polvo (1 medida de yogur)
- Azúcar (2 medidas de yogur)
- Aceite de oliva virgen (1 medida de yogur)
- 1 sobre de levadura química (polvo de hornear)
En primer lugar precalentamos el horno a 180ºC.
En un cuenco grande echamos los 3 huevos y el azúcar (dos medidas de un vaso de yogur). Batimos bien con un batidor manual de varillas porque facilitará deshacer los grumos de la mezcla. Para conseguir mejores resultados e introducir mucho aire en el batido, inclinaremos el cuenco ligeramente mientras batimos, realizando círculos casi verticales,
Cuando el azúcar esté completamente disuelto, agregamos el yogur natural.
Y removemos bien hasta que el yogur quede perfectamente integrado en la mezcla.
A continuación, en un colador echamos la harina (dos medidas de un vaso de yogur) y la levadura química. Con las manos, iremos golpeando suavemente el colador para agregar la harina y la levadura sobre la mezcla que tenemos en el cuenco. Añadiendo las harinas tamizadas lograremos que se deshagan los posible grumos que se pudieran haber formado en la harina a causa de la humedad ambiental y, al mismo tiempo, que la masa del bizcocho sea más esponjosa al entrar una mayor cantidad de aire en la mezcla.
Removemos bien la mezcla hasta que quede bien homogénea y sin grumos.
Con el cacao en polvo repetiremos la misma operación. En el colador echamos la medida de yogur en cacao y lo incorporamos a la mezcla, tamizándolo.
Seguimos batiendo hasta que quede bien integrado.
Por último, agregamos la medida de aceite de oliva virgen.
Mezclamos bien.
Engrasamos un molde con mantequilla y lo espolvoreamos con un poco de harina para que el bizcocho no se pegue y lo podamos desmoldar sin problemas.
Vertemos la mezcla en el molde.
Con la ayuda de una espátula alisamos el preparado para igualar bien su superficie. También podemos golpear un par de veces el molde, con moderación pero con cierta energía, para que la masa se asiente bien y se eliminen posibles burbujas de aire.
Por último, metemos el molde en el horno (precalentado a 180ºC) durante 35 minutos. Para comprobar que el bizcocho esté bien cocido, introducimos una aguja o pincho. Si sale limpio es que el bizcocho está listo, apagamos el horno y retiramos el molde con el bizcocho. Si quedan restos de masa pegados, necesita unos minutos más.
Dejamos reposar unos 5-10 minutos en el molde para templar el bizcocho y después lo desmoldamos con cuidado. Si intentamos desmoldar el bizcocho estando aún caliente, puede que se rompa. Por el contrario, si lo dejamos enfriar demasiado también puede pegarse al molde.
El resultado es estupendo y el sabor, una delicia. ¡A disfrutar!
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